La definición de bendecir es: realizar una transferencia de energía que ayude y estimule a que el objeto, persona o situación bendecido, desarrolle su potencial al máximo; manifestando el mayor bien posible. Todo lo que nos rodea se encuentra en proceso de cambio con el propósito de manifestar toda su potencialidad. Y todo aspecto de nuestras vidas posee su propia esencia cuyo propósito es desarrollar esa misma esencia, traerla a manifestación.
Bendecir constituye un acto de desición conciente, de mover energía a través de nuestro campo aúrico y enviarlo a ese algo o alguién que tenemos la intención de bendecir. Cuando bendecimos estamos trabajando con la energía del "amor incondicional", por lo tanto, al convertirnos en un canal, también somos bendecidos.
Al dar una bendición, deliberadamente nos sintonizarnos con nuestro estado amoroso óptimo. Establecemos una conexión conciente con el amor incondicional, haciéndonos partícipes de la ola cósmica de amor que es patrimonio del universo; canalizamos ese estado amoroso hacia la situación, objeto o persona en específico. El Universo está pleno de esta energía amorosa.
¡Claro que existen energías que llamamos negativas! No pretendemos negarlas, pero cuando vamos a bendecir, debemos sintonizarnos con las energías más elevadas. Solemos sentir esta energía cuando oramos, meditamos, contemplamos una obra de arte, estamos en medio de un hermoso paisaje, en un lugar sagrado como un templo, etc... Es muy fácil conectar con esta energía en las circunstancias anteriores, pero la realidad es que la mayor parte del tiempo no nos encontramos en estas circunstancias. Por lo tanto, es importante que trabajemos concientemente para apender a manejar nuestras energías.
El acto de bendecir no es propiedad de sacerdotes, religiosos, gurús o místicos; todos tenemos esa capacidad. Un buen tarotista trabaja con energías, por lo tanto, debe entrenarse para bendecir cuando sea necesario. También puede entrenar a sus clientes para que éstos a su vez puedan aprender a bendecir.
¿Cómo nos sintonizamos con la energía del amor, tan necesaria para poder bendecir?
La mayoria de las personas pensamos que somos muy amorosas, pero nos equivocamos. Sí, sentimos el amor intensamente por momentos, pero la mayor parte del tiempo nos arropan otras energías más urgentes, relacionadas a nuestra sobrevivencia, a lo cotidiano. Por norma, lo urgente suele posponer lo importante... El amor es una energía, no conoce si eres rico o pobre, si sufres o ríes, si tienes frío o sed. No sabe si tiene que estar presente en tu vida o no, es tan sólo energía. El amor es una energía que está a nuestra disposición siempre.
El amor hay que trabajarlo concientemente. Vivimos en un mundo acelerado, complejo, lleno de imprevistos, inseguridades y dolor. Esto no promueve la actitud o estado amoroso. Muchos autores nos dan varias recetas para sintonizarnos con el amor. He leído innumerables libros acerca de este tema; sin embargo, el método que utiliza el autor William Boom, es el más que me convence. Además, es el método más sencillo, práctico y útil que he conocido. Su método consiste en 6 pasos. Llegar a realizar estos pasos requerirá de nosotros que trabajemos con regularidad algunos aspectos de nosotros mismos. Pero lo bueno de estos pasos es que son sencillos de ejecutar. Si persistimos, lograremos estar sintonizados la mayor parte del tiempo con la energía del amor. Son muy fáciles de recordar y de practicar, no importa donde estemos. Les resumiré brevemente los pasos adaptados por mi, pues realmente el autor tiene un libro completo - Psychic Protection - que habla al detalle de cada uno de ellos, además de explicar otros temas relacionados a la protección de nuestro campo de energía.
Los 6 pasos son:
1. Ubícate geográficamente - Esto es: conoce si estás mirando hacia el sur, este , oeste o norte. Esto te da un poder y seguridad enorme en tu tiempo y espacio; no importa donde estés ni en que circunstancias. Todo ser y objeto en este universo tiene una ubicación. Concientemente haz contacto con tu ubicacion. Puedes mentalizar lugares como puntos de referencia. Hay quién siempre anda con una pequeña brújula.
2. Atérrrate - Aterrarte significa estar en tu cuerpo. Si estás preocupado/a, no estás en tu cuerpo. Si tu cuerpo te desagrada, no estás en tu cuerpo. Si te rechazas o minimizas a ti mismo no puedes estar en tu cuerpo. Si estás juzgando o criticando a otro, no estás en tu cuerpo, estás en la crítica y en el juicio, pero no en ti mismo/a. Cuando te encuentras en esos estados, NO estás aterrado. Para estar en tu cuerpo, aterrado, necesitas aceptarte totalmente tal como eres y el momento, tal cual es. Tal como eres; eres perfecto/a. Cada momento es perfecto, tal cual es. Tu regla de oro debe ser: estar en tu cuerpo la mayor parte del día. Ejerce la actitud de aceptación todo el tiempo, hazlo concientemente, luego se irá tornando parte de ti.
3. Respira rítmicamente - Hazte conciente de tu respiración: el nutriente primario, ¡la chispa divina! Respira profundo y lento, pensando tan solo en la caricia del aire que entra y sale de tu cuerpo. Hacerlo concientemente en cualquier momento del día, constituye un descanzo y un paréntesis meditativo. Tu cuerpo te lo agradecerá. Para respirar rítmicamente, debes estar en tu cuerpo. Respirar rítmicamente limpia tus pensamientos. Si lo haces por más de 10 minutos, hasta la sangre que corre por tus venas cambia...se limpia y armoniza su vibración. Practica la respiración conciente donde quiera que estés; nadie se dará cuenta de lo que haces, pero te estás haciendo un gran bien a ti mismo/a y a tu entorno, pues somos faroles vivientes, siempre estamos irradiando luz.
4. Sonríe internamente - Este acto requiere práctica. Puedes practicar esto todas las mañanas antes de levantarte: enfoca en tu interior, visita órgano por órgano, comenzando por tu garganta, salúdala y agradécele lo que es capaz de expresar por ti. En esa actitud introspectiva, con tu foco hacia adentro, saluda cada órgano con una sonrisa en tus labios, en actitud reverente y benevolente. Siente cómo cada uno de tus órganos aumenta su vibración, siente la respuesta de tu cuerpo. Si realizas este ejercicio por una sola vez, los resultados te van a motivar a continuar haciéndolo. No te cuesta nada, son tan sólo 15 minutos antes de levantarte. Con la práctica podrás invocar la sonrisa interna, esa sensación de bienestar, en cualquier momento del día...pero recuerda la regla de oro: debes estar en tu cuerpo.
5. Ubica un símbolo sagrado sobre tu corazón y tu cabeza - Imagina que tienes frente a tu corazón tu símbolo sagrado favorito. No tiene que ser un símbolo religioso. Puede ser el sol, una cruz (cualquiera de sus versiones), una palabra como "amor" o "paz", un pentáculo, pentagrama, hexagrama, etc... Yo utilizo la cruz solar que tiene las dos líneas de igual tamaño dentro de un círculo. Algunos afirman que la cruz solar es el símbolo más antiguo ya que se encuentra en la prehistoria del período neolítico en todos los continentes. Personalmente me encanta su diseño y siento que armoniza mis polaridades y me centra. La visualizo a la altura de mi pecho emanando luz hacia mi corazón ( el color de la luz depende de mis necesidades). Los invito a realizar esta visualización con el corazón, pues es mucho más fácil que visualizarlo sobre la cabeza.
Cuando puedas visualizar cómodamente el símbolo emanando luz hacia el corazón, practica entonces visualizándolo sobre tu cabeza. La sensación que causa al visualizarlo sobre la cabeza es mucho más fuerte que en el corazón, asi lo sienten la mayoría de las personas. Visualizar el símbolo frente a tu corazón y sobre tu cabeza a la misma vez, toma práctica y tiempo. Si se te hace muy difícil, con que lo visualices frente a tu corazón basta. Permanece un rato con esa visualización sintiendo como la energía de los símbolos entra a tu cuerpo. Observa como recorre tu cuerpo. Observa su color y siente la intensidad de la vibración.
La importancia de utilizar los símbolos es que éstos están revestidos de toda la energía que por siglos le han imprimido la conciencia que los creó y la conciencia de los seres que los han utilizado. Es muy importante que selecciones un símbolo que tenga significancia para ti. Tómate tu tiempo en seleccionar tu símbolo y hazlo parte de ti.
Algunos símbolos que puedes usar para tu visualización:
Cruz Solar Pentáculo Estrella de David El Pez Ank Egipcia
Om Ojo de Horus Cruz Celta Símbolo del Infinito
6. Bendice usando tus manos - Luego de estar sintonizados y plenos con la energía del amor, podemos bendecir tanto mentalmente, cómo en acto presencial. La bendición mental la podemos realizar cuando se trata de alquién que no está presente, o cuando se trata de una situación. Siempre que puedas debes pedir permiso a la persona u objeto que vas a bendecir. Las manos y los dedos son la mejor parte de nuestro cuerpo que podemos usar para bendecir cuando necesitamos hacerlo directamente.
Utiliza tu mano abierta y dibuja con tu mano abierta tu símbolo sagrado. Realiza el movimiento una sola vez. Puedes utilizar tus dedos también en vez de la mano. Todo depende de lo que estés bendiciendo. Si es una habitación puedes recorrer sus paredes señalando con tus 10 dedos. Siempre pide permiso, pues al bendecir estás moviendo energías...y aunque sean para bien, algunas personas no aceptan que trabajen con sus energías. Si la persona no está presente, pide permiso visualizándola. Con el tiempo podrás percibir si la persona tiene resistencia o no a la bendición, sentirás la respuesta en tu cuerpo.
Practicando estos pasos puedes llegar a internalizarlos de tal manera que cuando se requiera que realices una bendición, solo te baste cerrar los ojos y centrarte en tu cuerpo por unos instantes, y ya estarás listo/a para bendecir. El Tarotista puede hacer uso de esta herramienta en innumerables instancias.
Ejemplos de situaciones para aplicar una bendición, pueden ser:
- Bendecir tu lugar de consultas
- Bendecir un mazo
- Bendecir una carta del Tarot si la vas a usar cómo símbolo de una persona, objeto o situación. Bendiciendo una carta magnificas su energía y la intención con la que vas a usar esa carta. Una vez bendecida puedes usar la carta para dirigirla a un propósito en específico. Esto es trabajar no sólo la intención, sino una intención bendita. Esto no es programar la energía de una carta, pues la carta ya tiene su propia energía. No creo ni recomiendo la programación de cristales, cartas, fotos, imágenes, objetos o personas; programar constituye una manera de alterar, manipular o violentar la esencia de estos objetos o personas.
El acto de bendecir exalta y eleva la esencia de lo que se bendice y lo optimiza, NO lo convierte en otra cosa. Siempre pide permiso antes de utilizar las cartas con el objetivo de bendecir. Pide permiso a tu ser superior y pide permiso a la persona con quién estás trabajando.
- Bendecir un papel escrito con un deseo, nombre, lugar, lista, etc...
- Bendecir una vela
- Bendecir un lugar en el que se ha discutido
- Bendecir una parte de tu cuerpo o el cuerpo de otro.
- Bendecir alimentos
- Bendecir una planta
- Bendecir un animal
Esta herramienta es sumamente útil para la vida cotidiana. Es una manera de limpiar y alivianar las energias densas que se acumulan al pasar de los días y las situaciones. Las energías densas y la negatividad se acumula igual que el polvo en nuestras casas.
Recuerda el sintonizarte con el amor y el estar en tu cuerpo, antes de impartir una bendición. De nada te vale saber todo el proceso de memoria si en el momento de bendecir tienes coraje, estás cansado/a o estás inconforme contigo mismo/a.
No utilices esta herramienta si no estás debidamente sintonizado.
Espero que este escrito te sirva para edificarte como tarotista.
Aurora Díaz
Verónica, muchas gracias y bendiciones para ti también. Es un gran placer compartir lo que he aprendido en el camino.
Publicado por: Aurora | 03/07/2012 en 02:37 p.m.
Querida Aurora, siempre bendigo y deseos bendiciones pero no sabia exactamente que significaba. Te felicito por tu articulo, es muy bueno y practico, eres muy generosa al comparitrlo.
Te deseo Muchas Bendiciones, con tu permiso.
Mucha Luz par tu Vida
Veronica
Publicado por: Veronica Hormazabal | 12/03/2011 en 11:05 a.m.